El Grupo Abrisa inició la construcción de una de las pistas del Aeropuerto Internacional de Bávaro, en el cual se levanta en Las Tres Piezas, Higüey.
Fotografías aéreas muestran la forma de la trocha rectangular donde una de las pistas de aterrizaje de la terminal aérea.
El Aeropuerto Internacional de Bávaro (AIB) ha sido la manzana de la discordia entre los grupos empresariales de Punta Cana. La Corporación Aeronáutica del Este (CAE), dueña del Aeropuerto Internacional de Punta Cana (AIPC), se ha opuesto de forma radical a la obra.
La CAE es propiedad del Grupo Puntacana, que dirige Frank Rainieri.
Por el otro lado, el AIB pertenece al Grupo Abrisa, administrada por Abraham Azoury, rival de Rainieri en Punta Cana.
El Grupo Puntacana patrocinó un estudio científico realizado la semana pasada por expertos, la Asamblea Nacional Ambiental (ANA) y que presentó un recurso ante el Ministerio de Medio Ambiental y Recursos Naturales (Mimarena) para que cancelara la licencia que había otorgado al Grupo ABRISA para la construcción del AIB.

El recurso contiene un análisis detallado de lo que ANA estima son múltiples irregularidades en la concesión de la licencia, y entre ellas se señala la inobservancia de las reglamentaciones municipales en cuanto a la obtención de permisos de construcción y del uso de suelo.
Sin embargo, el Grupo Abrisa restó crédito a ese estudio y continuó con el proyecto.